Parques
Los parques son la versión domestica(da) de la Naturaleza en nuestras ciudades, como los jardines (o siquiera las macetas) en nuestras casas. Nos ofrecen la posibilidad de convivir con elementos naturales, pero integrados en conjuntos artificiales, más o menos diseñados y formales. Yo prefiero los más agrestes y boscosos, los más grandes, que te permiten descansar la vista y el pensamiento de los planos grises, las rectas y los ángulos de las calles (y, con suerte, de los ruidos y los humos).
Las figuras y las formas de las plantas son infinitas, a pesar de seguir patrones regulares, y en su interacción con la luz producen efectos y escenas tan interesantes para pintar libremente como los cielos y las aguas. Los medios acuosos son capaces de producir manchas similares a las texturas de la vegetación, la fluidez del agua juega con el papel y con la gravedad y los pigmentos se depositan de forma orgánica. Y en un medio tan sensible, las pinceladas adquieren también gran importancia.