Marinas
Viviendo a la orilla del Mar Mediterráneo, extraño sería no pintarlo. El larguísimo horizonte, la luz del crepúsculo, las olas batiendo las rocas y muriendo en la orilla, lugares comunes todos del paisajismo marítimo de siempre. Tomados aquí como excusa para hacer vibrar el gouache con el contraste tonal y el cromático, en un juego de repetición y diferencia. La textura seca y la pincelada breve y rota jugando con la fluidez de las aguas en movimiento, los ritmos suaves y las formas horizontales. Los blancos, grises y negros orquestando el juego y el destello entre los complementarios.