En el agua

El agua ha sido siempre para mí una valiosa fuente de inspiración y abstracción, de efectos cambiantes, de posibilidades pictóricas y expresivas. Como los cielos. Tan necesaria para la vida como símbolo de lo voluble, mares, ríos, embalses, lagos o peceras, sus reflejos y refracciones a menudo me provocan esas ganas de pintar que conducen a un cuadro nuevo. El pincel y la pintura parecen inventados para pintar aguas. Y cielos. Y ropajes. Y vegetaciones, y fuegos, y suelos…

Unos óleos sobre lienzo o papel, de finales de los 80, con bañistas, pecera y marisma.

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